Esta nueva modalidad de trabajo ofrece diversas ventajas para aquellos que quieren expandir sus horizontes laborales
Bajo el concepto de un lugar amplio y compartido, los espacios de co-working se imponen cada vez más entre los trabajadores freelance y las empresas, presentándose como una idea dinámica que potencia las relaciones laborales.
Se trata de oficinas compartidas por varios profesionales donde prolifera un clima de amistad y compañerismo. Es que, de hecho, están ideados para generar vínculos comerciales y de emprendedurismo, sociedades, colaboraciones y amistades.
Con la ventaja de un alquiler mensual que se adapta al espacio y las horas ocupadas, sumarse a esta tendencia es significativamente más económico que alquilar una oficina tradicional, además que ya cuentan con servicios como Internet y meeting rooms.
Más allá de la moda
La idea de un espacio de trabajo “cool”, con oficinas amplias, música y PlayStation suele no convencer a los fundamentalistas de los trabajos tradicionales, que consideran que esta tendencia es una cuestión de moda.
Sin embargo, un espacio de co-working no es una fiesta constante, y cada vez son más los estudios que comprueban que son necesarios ciertos requerimientos para no “perder la cabeza” durante las horas de trabajo.
Servicios de calidad, espacios adecuadamente condicionados, iluminación, comodidad, entretenimiento y distensión, son factores que influyen fuertemente en el desempeño laboral y ayudan a crear un ámbito distendido, sin dejar de lado la faceta profesional